domingo, 16 de noviembre de 2008

"Un arbol de aroma muy peculiar

Un arbol docto, de olor muy peculiar, al sentirse un poco ofendido, no pudo evitar meditar...


En una historia paralela, a la que acabe de comenzar, una astuta e inexperta zorra caminaba sin cesar, queriendo recorrer el mundo, para asi sus sueños escondidos realizar.

El arbol en su rutina, se mecia sin cesar, solo comparado con las perfectas notas de una sinfonia magistral.

La zorra es mentirosa, acecha a su presa cual cazador letal, los jefes de manada le auguraban un futuro bienestar.

Lo que casi nadie sabe, es que estos dos personajes alguna vez coincidieron en tiempo y lugar, sin mucha armonia, pero con un afin muy particular. Los dioses no entendian, ¿como dos seres tan distantes se podian acoplar?, escribiendo historias que pocos sabian interpretar. En el reducido mundo en que existian, cualquiera podia murmurar, pero su apòlogo brillaba mas que la luz celestial.

Un dia la zorra partio, expulsado como los primeros padres de la humanidad, victima de sus errores, que no valdria la pena aclarar. Partio sintiendo que su historia con el arbol, no podia terminar, era tan tragico, que se oculto en la profundidad para que nadie la pudiera observar.

Avergonzada la zorra, aguardo en aquel obscuro lugar, esperando algun dia ser capaz de mirar de frente al arbol una vez mas. Se asomaba de vez en cuando, pero no lograba borrar su infamia moral. Pidio a diferentes vientos llevaran mensajes al arbol, los cuales llegaron a su destino final. La zorra contenta se sentia puesto que el arbol sabio es y no juzgaba a la zorra por sus actos de antigüedad, todo parecia que se podia rescatar algo de su historia tan peculiar.

Un día, uno de esos, los cuales todo parece navegar con vista en tierra firme, la zorra pidio de nuevo un favor al viento -Viento amigo! Tu que puedes llegar a tierras distantes, lleva un mensaje al arbol, di que hoy senti inmensas ganas de volverle a soñar.- El viento viajo, llevo consigo los deseos de aquel animal... Pero el viento retorno con la fuerza de un violento huracan.

El final de este cuento, no existe ni existira, siempre y cuando el arbol y la zorra contrapongan sus ideas… como el arbol enseño a la zorra a deliberar.

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