[ Hay quienes dicen que la vida no es justa,
cuando justas solo pueden ser, las decisiones de los hombres... ]

"Ana

Así lo pensé
al imaginarte,
como un rayo de sol
que se cuela
entre el intersticio
de lo real
y lo inalcanzable.

Y fue solo
ante tu reflejo
que pude contemplar,
el místico universo alazán
que se oculta
detrás de tus ojos.

Es casi imposible
pretender que no existes,
cuando todo a tu alrededor
gira su mirada atenta
a contemplar la
majestuosa figura
que define tu silueta,
capaz de tentar
al mas pecador de los
pensamientos sinceros
que brotan de mi impulsiva imaginación.

Que habita más allá
de lo cruel
que puedan parecer
tus sinceras intenciones?
Prisión y dueña
del mal de amores,
que es preferible morir de ti,
que de mis obsesivas pasiones.

"Impusivo

Desde las mismísimas
entrañas del universo,
invoco a los demonios
emancipados de mis
terribles pensamientos.

Peste, muerte y envidia,
desciendan implacables
sobre los deseos de los mortales
y carcoman letalmente sus entrañas,
que solo sirven
para herir el corazón
de los desahuciados.

Pero no tengas miedo,
que nada te pasara,
si tu único pecado es
coexistir entre mis
caprichosos pensamientos.

"En una habitacion

Hay un joven trovador
y su vieja guitarra,
cuestionando a la vida
el porqué de las canciones,
melancólicas razones
de amor y desamor.

También un deductible
nuevo idilio,
que nace de los ajos de ella,
y que el recibe,
con la aparente seguridad
de un inseguro caballero.

Y la inusual figura
que se esconde solitaria
detrás de la incansable vela,
que mas que escondite,
es un grito ahogado
de desesperanza,
que se hace acompañar
por el joven trovador
y una tierna mirada.

"No voy a perdonarte nunca

No voy a perdonarte nunca,
no voy a perdonar que tomaras
la puerta fácil,
cuando la nuestra siempre fue,
aquella que para abrirse,
habría que cerrar los ojos
y tener fe en los amores
imposibles e inmisericordes.

Lo tengo perfectamente entendido,
lo tuyo son los tipos caradura,
que contaminan con glamor y altanería,
mariquitas sin estilo,
con única virtud de
lucir como a ti te gusta.

Los tipos como yo
somos poco menos patético que eso,
creamos por ambición y convicción,
de singular galantería,
dueños del poder de magnanimar
tu tímida sonrisa,
con único defecto
de fijar la mirada…
donde no se debía.

[ni siquiera tenia contemplada una...]